La utilidad teórica y metodológica de la inclusión de la perspectiva de género en la construcción y análisis de procesos de planificación ambiental está plenamente reconocida pero, ¿en qué consiste esta perspectiva?
Para ello es necesario precisar qué es el género y cómo se aborda.
El género alude la construcción sociocultural de la diferencia sexual, es decir, a la manera en que hombres y mujeres aprenden a relacionarse e interactuar dentro de la sociedad. Desde un punto de vista descriptivo, podríamos definir al género como la red de creencias, rasgos de la personalidad, actitudes, valores, conductas actividades que diferencian a mujeres y a hombres.
Esto significa que no está determinado biológicamente, sino que se modela culturalmente. Cada cultura tiene ideas, concepciones, normas, valores y prácticas de lo que es ser mujer y ser hombre. A un niño se le enseña desde pequeño a ser hombre y a una niña a ser mujer de acuerdo a estas ideas.
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Las vivencias de género comienzan en la niñez. |
Los sistemas de género tradicionales, es decir, el conjunto de roles y el sistema de pensamiento o de representación que define culturalmente lo femenino y lo masculino, suelen colocar a la mujer en una situación de desventaja e inferioridad respecto a los hombres.
En la gran mayoría de las sociedades el espacio vital de las mujeres se circunscribe al ámbito doméstico, donde desarrollan actividades y ligadas al cuidado de la familia; su trabajo no es valorado ni reconocido, y mucho menos remunerado; además de que a nivel comunitario les están vedados los espacios de toma de decisión.
En contextos de pobreza y deterioro ambiental, hombres y mujeres se ven afectados de forma diferencial, siendo estas últimas quienes se ven obligados a desplegar un mayor número de actividades y sobrecargas de trabajo para suplir la falta de recursos y de servicios.
Tomando en cuenta esta situación, es necesario promover procesos de planificación ambiental participativos, donde las mujeres se involucren en el diseño, planeación y ejecución de proyectos desde sus propias necesidades e intereses.
Los ejes sobre los cuales debería de centrarse una planificación ambiental con enfoque de género son los siguientes:
a) El papel diferenciado que juegan hombres y mujeres en la división social del trabajo.
b) Las desigualdades de género entre hombres y mujeres con respecto al uso, manejo y control de los recursos.
c) La escasa participación de las mujeres en los espacios de toma de decisión, tanto familiares, como sociales.
En este sentido, para alcanzar los objetivos de la sustentabilidad, la planificación ambiental participativa con enfoque de género, y los proyectos que de ella se deriven, deben procurar la búsqueda de relaciones equitativas en todos los niveles; el desarrollo de capacidades y habilidades de las mujeres; la movilización en torno a las necesidades y prioridades identificadas por ellas mismas, así como el favorecimiento de procesos de empoderamiento individual y colectivo.
Toda la informacion proviene del libro: Ciencia Tecnologia Sociedad y Valores I su autor es :José Alvaro Hernández Flores de la editorial Book Mart Mexico.
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